viernes, 22 de junio de 2007
LA SAGRADA FAMILIA
La perforación de un túnel por el que en los próximos meses circulará el tren de alta velocidad en Barcelona, a escasos metros de la emblemática Sagrada Familia, ha suscitado una gran polémica por los posibles efectos de la obra de ingeniería en el templo proyectado por Antonio Gaudí. Barcelona, sede de los Juegos Olímpicos en 1992, es conocida internacionalmente también por albergar uno de los patrimonios arquitectónicos más singulares, al que contribuyó notablemente el arquitecto modernista Antonio Gaudí. La Sagrada Familia, cuya fachada y cripta han sido declaradas por la UNESCO patrimonio mundial, es una de las obras de Gaudí más conocidas que aún continúa en construcción ochenta años después de la muerte del arquitecto. El artista también es el responsable de Casa Milá (ubicada en La Pedrera, una de las zonas más exclusivas de la ciudad), la Casa Batlló y el Parque Güell, caracterizado por sus luminosos azulejos, entre otras obras arquitectura civil. Los ánimos de los barceloneses se han exaltado tras conocer la decisión de las autoridades, que tras varias propuestas, han concluido esta semana que el trazado del túnel del AVE, que unirá Madrid con Barcelona en 2007, discurra por el centro de la ciudad.En el proyecto se ha descartado un posible desvío para esquivar la basílica de Antonio Gaudí, un templo coronado por agujas que alcanzan los 175 metros de altura y que lo hacen visible desde muchos puntos de Barcelona, a orillas del Mediterráneo. Las autoridades argumentan que se ha decidido un trazado que evita todo tipo de riesgo respecto a las viviendas, ya que el túnel no pasa por debajo de ninguna. El recorrido del túnel, de casi seis kilómetros, se ha dado a conocer después de que el arquitecto jefe de las obras de la basílica, Jordi Bonet, reclamara que el AVE debería alejarse de la Sagrada Familia, visitada cada año por cientos de miles de personas. A ello se suman la oposición de los vecinos que han creado una plataforma ciudadana para reclamar que el tren de alta velocidad (que alcanza más de 300 kilómetros por hora) circule por el litoral y así evitar la perforación de un túnel en el centro de la ciudad. Las autoridades ha indicado que si ahora se volviera a replantear el trazado se “retrasaría” siete años la llegada del AVE a Barcelona. El patronato que gestiona el templo ha ofrecido, por su parte, «vías de diálogo” a la Administración para encontrar una solución satisfactoria para todos. El hundimiento de un túnel que construía el metropolitano de Barcelona en el barrio del Carmel, en 2005, se suma a la inquietud de los ciudadanos por las consecuencias de esta nueva construcción subterránea
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